ABRIL LEÍDO: El peligro de estar cuerda, de Rosa Montero

Cómo me gusta esta mujer. Sobre todo en este tipo de libros, en los que mezcla lo que ha leído, lo que ha vivido y lo que ha pensado. Hace años leí La ridícula idea de no volver a verte y entendí tanto sobre el luto, la muerte, la importancia de despedirse (sigo huyendo de las despedidas como alma que lleva el diablo, pero con la convicción de que no debería hacerlo).

El peligro de estar cuerda va de cómo se es cuando se es artista. Es curioso cómo he empezado el libro sin darme por aludida y le he acabado con unos cuantos “mira, esto también lo hago yo”. Morderse los pellejos de las uñas, ir a un sitio y de la que vas imaginar que pasa algo, normalmente terrible, y tratar de solventarlo en tu cabeza, pensar que he escrito una obra maestra y al cuarto de hora que no vale para nada, ver a alguien e inventarme conversaciones enteras en torno a datos biográficos ficticios (míos y suyos) que he desarrollado en mi mente con dedicación y maña.

Explica también la tendencia a pensar en la muerte, e incluso al suicidio, por parte de los artistas. Su relación con la muerte es más intensa porque también lo es con la vida. Ese cliché del artista que pasa de la euforia a la depresión y viceversa tiene cierta base real. Todo es más intenso: el amor, el desamor, el orgullo, la culpabilidad, las frustraciones, las alegrías, … En este punto no me veo tan artista (como en lo de ser nocturnos, que tampoco), pero sí pienso en la muerte. Con los hijos, más. Con los años, más.

He llegado a la mitad del camino (eso, en el mejor de los casos) y no sé cómo. Ya no es tan improbable que la fiesta se acabe. Lo sé y lo acepto. Sin embargo, mi pensamiento más recurrente es “no, ahora no me puedo morir, porque tengo que hacer esto y lo otro, y quiero ver esto y lo otro …”. Es como si ahora que sé de qué va esto, cómo funciona el mundo y sobre todo ahora que sé lo que quiero, no me viniera bien. Me viene mejor lo de vivir intensamente las alegrías.

En fin, hay cosas que no las elige una. Entre ellas, cómo se es o hasta cuándo. Será ese el peligro de estar viva.

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