Febrero leído: Gente que se fue, de David Gistau

Llegué a Gistau vía Jabois. Tarde. Pero la vida es así. Una putada, a veces.

Hace un mes leí su obituario escrito por Jabois, que más que eso, es una carta a sus hijos: «Cuando alguien os pregunte quién fue vuestro padre, si queda algún incauto en España que no lo sepa, mandadlo a leer. Y cuando vuelva leído y aún tenga en la cabeza martilleando el primer relato de Gente que se fue  contadle que era una persona que, cuando se levantaba un segundo de cualquier parte y decía “Ahora vuelvo”, dejaba un vacío absurdo, como si en lugar de levantarse para ir al baño se hubiese levantado para ir al espacio.»  

Y ahora que he vuelto leída y martilleada, siento el vacío ese del que habla Jabois hacia alguien que no conocí, pero me hubiera gustado. Para paliarlo le leo tarde pero hechizada. 

Gente que se fue es un conjunto de relatos, donde personajes tan raros como humanos viven. No hay héroes ni heroicidades, tampoco nada extraordinario ni excepcional. Es el mundo en toda su contradicción, que no es poca, contado tan maravillosamente que es casi un realismo poético, casi mágico. Quizás digo esto porque tengo la misma sensación que cuando leí por primera vez a García Márquez: de repente descubrí el mundo, que era el mismo, pero alguien le había dado la vuelta y me lo había mostrado del revés, desde donde yo ignoraba que se podía entender algo. Con García Márquez y a los 17 parece inevitable. Ahora, rozando la cuarentena, me parece un milagro. Y Gistau, un dios.

 

 

 

 

 

 

 

2 pensamientos en “Febrero leído: Gente que se fue, de David Gistau

  1. Yo también llego tarde a Gistau, Ana, y también vía Jabois ( la carta que citas es un latigazo de amistad) perro la vida no tiene hoja de ruta.Para evitar y remediar alguna pérdida leí hace poco a Colmenero, Literatura infiel.Un buen trío.

Deja un comentario